viernes, 25 de junio de 2010

Una cumbre del G-8 diferente

Hoy empieza la cumbre del G-8 en Toronto, Canadá. El principal objetivo se reduce a ayudar a los países más pobres para evitar cualquier otro devastamiento por causas naturales o corrupción política. El Banco Mundial ha instado a los países ricos a ayudar a los países pobres y les ha recordado su promesa de erradicar la pobreza y la corrupción.
Mi duda entra ahora. La existencia entre los distintos países, es decir, que unos poseen más riquezas o mejor nivel de vida que otros, es evidente. Pero estos países que suelen estar entre los primeros en el ránking, también son los que poseen mayor deuda. ¿Pueden en este estado encargarse no solamente de sacarse adelante a sí mismos sino aportar económicamente a aquellos que no pueden sostenerse? ¿Deberían esperarse a que la recesión económica mundial pasase? Pero si se esperan puede que la diferencia luego sea catastrófica...
Me ha llamado la atención como algunos periódicos aún hacen la división entre países ricos y países pobres. La diferencia creo que cada vez es menos eficaz, y me inclinaría más por usar países desarrollados y países subdesarrollados. Aunque en cada bando aparezcan y desaparezcan nuevos.

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