El otro día cogí una película de la biblioteca pública. Al principio la quería rechazar por el título, es lo que más me llama de un libro, una película… supongo que elaboro juicios sin haber leído críticas o argumentos si el título no me gusta. Se llama Entre Mujeres.
A primera vista puede chocar un poco. No es la típica película romántica de un chico y una chica, ni una que se queda en la mera superficialidad del encuentro entre dos personas. Sino que es todo lo contrario. En cierto sentido posee un tono dramático durante toda la película. Carter (Adam Brody) es un chico al que se acaba de dejar su novia, una actriz muy guapa y divertida. Piensa que su vida se ha acabado, que no tiene sentido seguir así, que no encontrará a nadie más como ella. Así que se va a pasar unos días a ver a su abuela, y de esa forma evadirse y concentrarse en su tarea, su profesión: ser escritor.
Sin embargo, allí no parece que pueda estar solo. En la casa de enfrente vive una familia muy especial. Carter se relaciona muy bien con la madre, Sarah (Meg Ryan), a la que descubren cáncer de pecho y le cuesta mucho superarlo. Y las dos hijas, una de ellas la representa la actriz vampiro, Kristen Stewart. Encarna un papel de adolescente rebelde, Lucy, que está enfadada con su madre desde hace mucho tiempo.
¿En qué consiste? Un Carter deprimido mantiene unas charlas de desahogo con Sarah, cuya vida tampoco es que sea muy feliz: un marido que mantiene una relación con otra mujer, una hija rebelde y cáncer. Los dos se ayudan, recuperan el sentido de su vida, encontrar otro punto de vista. La madre reestableciendo la amistad con la hija, y Carter olvidando a su novia actriz, Sofia. Aprende que no puede ser tan romántico, que a pesar de saber escuchar y se escribir unas cartas de amor eternas y muy bien elaboradas.
Así supongo que aprendo a no juzgar por lo externo, lo que se ve, aunque creo que una buena manera de llamar la atención del tema es elaborar un buen título.
No hay comentarios:
Publicar un comentario