miércoles, 28 de julio de 2010

¿Dejar los clásicos?

Leer. Es bueno, divertido, real, irreal, evocador, necesario… Pero leemos lo que queremos leer o lo que nos incitan a leer. Por ejemplo, los clásicos. Existen aquellos libros que los profesores o amigos nos recomiendan leer por el hecho de que su autor sea alguien llamado Tolstoi, Dostoievski, Vasili Grossman, Balzac, Emily Bronte, Jane Austen, Homero y otros muchos que me dejo en el camino no intencionadamente. Muy bien recomendados y no niego la sabiduría de estos autores ni que sean buenos. Pero en muchas ocasiones empezamos a leer un libro por el hecho de ser clásico. Pero cuando lo empezamos a leer no nos gusta. Llegamos a la página treinta, pues los libros clásicos de estos autores suelen ser extensos, y aún así le damos una quinta oportunidad. Me pregunto si sería mejor dejarlo. Por una parte no te atreves, un poco de orgullo, otro de fuerza de voluntad. Pero te morirías de ganas de dejarlo e ir a por otro.

A mi me pasa con Guerra y Paz. Lo inicié hace un par de semanas, pero no avanzo mucho. Me cuesta, lo hago por su nombre y autor. Y creo que no pasaría nada por dejarlo. Pero, por otra parte, no “quieres”. Hasta que termines odiando el libro, en algunas ocasiones que te encante, y en otras que lo dejes a medio camino.

1 comentario:

  1. estoy a favor, que el viento los deleite debajo de la cama quizas algun día vualvan a luz...

    ResponderEliminar